Te voy a contar una historia.
Todo empezó en 2003, cuando 3 amigos de la universidad decidimos fundar ACRO ARQUITECTOS (posteriormente ACRO ARQUITECTOS E INGENIEROS SLP). Estábamos llenos de ideas, energía y, sobre todo, mucha ilusión. Creíamos que nuestro talento y dedicación serían suficientes para conseguir encargos, y al principio fue así. Era un momento en el que el sector inmobiliario estaba en un momento álgido y se construía mucho (en 2005 se construían más viviendas en España que en Reino Unido, Francia e Italia juntos, o eso se comentaba en cualquier rincón).
En aquel entonces ni sabíamos qué era el Marketing. No hacía falta.
Verano de 2007. Se empieza a rumorear:
- un banco ha paralizado un préstamo…
- unas obras se han quedado a medias…
- tal promotor no lo tiene claro…
- y tal y tal y tal…
… pero bueno, ya después del verano la cosa volverá a la normalidad…
… pero bueno, a final del año los bancos tienen que cumplir objetivos y todo se reactivará.
Y llegó la crisis de 2008, un momento que cambió todo para todos los profesionales en el ámbito de la arquitectura e ingeniería (del sector inmobiliario, claro). De repente, los proyectos escaseaban, los presupuestos se reducían y la presión para mantenerse a flote era enorme. Fue en ese período de incertidumbre cuando nos dimos cuenta de que nada iba a ser igual. Había que fortalecerse y lo primero es LA FORMACIÓN.
Allá por el año 2007, me matriculé en un Máster en Dirección Inmobiliaria en una escuela de negocios de Madrid que creo que ya no existe.
Varios módulos, los típicos en este tipo de formación: Dirección Inmobiliaria, Habilidades Directivas, Área Financiera y Fiscal,… Área de Marketing/Comercial. ¿Marketing? Eso es un poco vulgar, ¿no?
Desde aquel momento todo cambió.
En el próximo capítulo te contaré cómo siguió la historia.
Muchas gracias por leerme.
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